Esta reivindicación del talento y de la lucha por ser reconocidas de las coristas, principalmente afroamericanas, que hemos escuchado infinidad de veces en éxitos de gente como The Rolling Stones, David Bowie, Sting o Bruce Springsteen, mereció una de las ovaciones más estruendosas de la historia de In-Edit y se hizo con el Oscar al mejor documental.